En ocasiones, se producen situaciones que están fuera de nuestro control, como por ejemplo incendios, cortocircuitos, roturas de tuberías, cristales, etc… incluso estando fuera de casa, podemos causar daños accidentalmente a otras personas, un cristal roto por un balonazo de tu hijo, una maceta que se cae de tu repisa por el fuerte viento, etc…  en estos casos, contar con un buen seguro de hogar evitará que tengas que tirar de tu cartera para indemnizar al perjudicado. 

Además disponen de una amplía gama de coberturas opcionales que te permitirán gestionar de forma rápida cualquier contratiempo como cerrajería de urgencia, reparación urgente de calderas, envío de profesionales, defensa jurídica, exceso de consumo de agua, etc…

Viviendas alquiladas

La ley de la vivienda no exime de responsabilidad al inquilino en caso de que producir daños a un tercero accidentalmente, aunque la vivienda no sea de su propiedad. En primera instancia, el seguro del propietario se haría cargo de los daños causados por su cobertura de Responsabilidad Civil,  pero podría repetir contra el inquilino en caso de ser responsable.

Por ese motivo, si eres inquilino, es fundamental estar asegurado al menos por la parte de contenido que te pertenezca y un capital suficiente de Responsabilidad Civil

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